Abril 17, 1981, Champotón

Roxy, hija:

Hoy leí la esquela con la noticia del fallecimiento de Nachito, tu amigo que sé que mucho querías; que todos querían. Ya, telefónicamente, tu mamá me había informado de lo patético del mismo. De la forma en que te había afectado. Cómo lo siento, hija. Lloré con la nota que hicieron publicar ustedes, sus amigos. Se fue un buen amigo tuyo; nada llenará el vacío que quedará en ti. Nada compensa, nunca, la pérdida de un amigo.

Era un lindo chamaco. Tendré siempre presente su rostro vivaz, su chispeante mirada, su contagiosa alegría, su natural desparpajo, la cordial simpatía de su saludo: '¡Hola Amado!' Sabía poner espontáneo calor al saludarme.

Un día me preguntaste: 'Papá, ¿crees en Dios?' Hoy recuerdo tu pregunta, y siento en mí un inmenso vacío de respuestas. Y un vacío de preguntas. No te escribo para darte unas o formularte otras. Te escribo porque habría querido estar contigo, acompañarte, hacerte saber que hago mío tu dolor, abrazarte y sólo decirte: 'Hija, hija, cómo lo siento; estoy muy triste.'

Besos,

Ta
.

No hay comentarios: